Calentamiento dinámico, tu nuevo aliado.

Si de primeras te pidiera hacer un "calentamiento" muy seguramente lo primero que te vendría a la cabeza sería un estiramiento estático. No es que sea adivino sino que durante muchos años, antes de realizar cualquier actividad física de cierta intensidad, era lo que, desde nuestra tierna infancia, nos grabaron a fuego como práctica universal pre-actividad. No por ello te voy a culpar pero siento decirte que desde hace ya muchos años, incluso lustros, infinidad de investigaciones han demostrado que no vas por el mejor camino si tu objetivo es iniciar la actividad en las mejores condiciones y reduciendo lo máximo posible el riesgo de lesión. Definitivamente, existe poca evidencia de que estos estiramientos estáticos tengan un impacto favorable en el rendimiento muscular o que sirvan para evitar lesiones en deportistas, no siendo por tanto tan eficaz y beneficioso pese a seguir utilizándose hoy día en categorías formativas e incluso por muchos profesionales de la actividad física.
En contraposición a este calentamiento tradicional ha surgido, por decirlo de alguna manera, una perspectiva diferente como protocolo de actuación de cara a preparar al cuerpo para la actividad, de forma amena y divertida, pero sobre todo efectiva, el calentamiento dinámico. Cualquiera podría pensar que esto del calentamiento dinámico es una técnica actual y novedosa, o incluso una moda, como muchas otras cosas que van y vienen en el deporte o el fitness, pero nada más lejos de la realidad. Desde los años 70 ya en los países de Europa del Este se venía utilizando como patrón de ejercicio y movimiento previo a la actividad (Mark Kovacs, 2009), mucho antes de que nosotros, los vecinos del Oeste, nos interesáramos por ello.
El calentamiento per se es un concepto muy amplio, definido y estudiado en multitud de ocasiones por numerosos autores y que podríamos resumir, con permiso de todos ellos, como el conjunto de actividades y/o ejercicios, de carácter general primero y específico después, realizados antes de una actividad con el objetivo de preparar al organismo para alcanzar su máximo rendimiento, prevenir lesiones así como prepararle física, fisiológicamente y psicológicamente para una actividad fuera de lo común y normal de mayor exigencia (Villar, 1992).
El motivo de su éxito, en comparación con el calentamiento tradicional, y por encima de introducir en las rutinas de entrenamiento una gran variedad de ejercicios amenos y divertiros, radica en la oportunidad de dar al practicante habilidades y destrezas básicas. Si el calentamiento es lento y monótono puede que el rendimiento de la actividad principal posterior sea menor. Un protocolo de calentamiento bien diseñado provocará mejoras en la fuerza muscular y en la producción de energía en los deportistas debido al incremento de la temperatura corporal, excitación del sistema neuromuscular, mejora de la consciencia kinestésica y maximización de los rangos de movimiento activar. Además, el calentamiento dinámico como fase previa al ejercicio no lleva más tiempo del que nos pudiera llevar el método tradicional, siendo más eficaz y productivo.
Para muestra, un click.
Por tanto, y viendo lo beneficioso que es este sistema de calentamiento, te propongo que seas atrevido e introduzcas un protocolo como el que te acabo de mostrar en el vídeo. Así, no solo romperás con la rutina sino que además enriquecerás tus entrenamientos alejándote de sesiones aburridas y desmotivantes.